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Cualquier tema entra mejor con comida y eso hacemos en Casa Cavestany, comer, de vez en cuando hablar y cuando tenemos la boca llena lo suplimos con esos hits atemporales que tenias enterrados bajo siete candados en lo más profundo de tu estómago.
En cada programa nos vistan amigos, invitados especiales y amigos que a su vez son invitados especiales atraídos por los cantos de sirena que producen los torreznos y el licor de café. “Un podcast que ni canta, ni baila, pero no se lo pierdan”.
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Ya que seguimos en temporada de setas, aprovechamos para hacer una quiché variada de hongos y sentar en nuestra mesa a Sergio Fanjul (Oviedo, 1980) y a Miguel Trillo (Jimena de la Frontera, 1953).
Para centrar el programa, definamos la Cronofobia como el miedo irracional y excesivo al paso del tiempo
Sergio es astrofísico de formación, ademas de periodista y escritor de profesión (El Pais, RNE, SER…) nos presenta “Cronofobia” (Arpa, 2025) un excelente ensayo desde donde nos habla de la aceleración de la vida actual, la nostalgia que construye nuestra cultura, incluso la forma en que recordamos, hasta el tabú de la muerte.
Miguel Trillo, lingüista y periodista, es uno de los fotógrafos más importante de nuestro país, comenzando en los 70s y consolidándose en los 80s, hasta la actualidad, como uno de los principales testigos gráficos de La Movida, creó el fanzine Rockocó (recientemente reeditado y ampliado por La Fonoteca) casi un vademécum visual de las tribus urbanas, que en la actualidad sigue al pié del cañón, como garante de instantes del pasado que conforman nuestra memoria y son algunos de los cimientos con los que construimos nuestros sueños y el futuro.
Hablamos sobre el tiempo y su paso, con un cronófobo como Sergio y un cazador de instantes que automáticamente se convierten en pasado como Miguel, de la importancia de ser soberanos de nuestro tiempo, de la nostalgia como un gesto reaccionario para construir el “yo”, del individualismo (que en el fondo es egoísmo) de decir que no tenemos tiempo sobre todo para los demás, huir de la crononormatividad, concluyendo en que la forma más sana de relacionarse con el tiempo, es vivir el presente.
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