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La salud mental de los empleados de la industria de la moda: Fin de temporada de QPELM

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Despedimos la primera temporada de Qué pequeña es la moda con un especial sobre la industria, la salud mental de los que trabajan en ella y muy bien acompañados junto a Josu Aboiz, experto en piarismo del programa.

Qué pequeña es la moda: La crónica, la crítica y el análisis de moda, en versión mesa camilla. O barra de bar. O aquelarre. Que es lo que suelen hacer Leticia García, Carmen Mañana y Rafa Rodríguez regularmente cuando nadie los ve y, sobre todo, los oye. Tres intrépidos periodistas conjurando los demonios de la industria del vestir –pero también de su profesión– para exorcizarlos, sacándoles los colores sociales, políticos, económicos y culturales. Si aún crees que la moda es una cosa muy tonta de la que ni siquiera eres partícipe, entonces deberías escucharlos. Si no, también. Y que los anunciantes los pillen confesados.

¿Qué les (nos) pasa a las gentes de la moda? ¿Están (estamos) tan tronadas como parece o solo es una pose desquiciada? ¿Vienen (venimos) averiados de serie o se escacharran por el camino? ¿Tienen (tenemos) que darse al alcohol, las drogas, el sexo, el bikram yoga, el aikido, el veganismo o el satanismo para poder sobrevivir en tan hostil ambiente o llevan (llevamos) el vicio dentro?

Como de costumbre, nos asaltan más preguntas que respuestas podemos ofrecer en un capítulo que va de la salud mental de los empleados de la industria del vestir (ojo, ni una broma con esto) a las personalidades sensibles de quienes tienen que trabajar capturando el signo de los tiempos, pasando por el estado de agitación permanente de los que deben informar de ello.

Para dar testimonio de semejante percal, Josu Aboitiz, nuestro experto en piarismo de cabecera, vuelve a acompañarnos en un episodio que, en realidad, encierra y resume los once anteriores. Porque este, queridos/as/es oyentes, es el último volumen de Qué pequeña es la moda.

Que sepáis todos que ha sido un placer. Y que, mercancía dañada o no, lo hemos disfrutado y pasado fetén.

Qué pequeña es la moda